sábado, 17 de julio de 2010

El Día de la Mujer y el incendio de la "Triangle Shirtwaist"


Operarias de la fábrica de Cortés en Alicante (1912)

El 8 de marzo es la fecha en que se celebra el Día Internacional de la Mujer por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En este día se destaca la importancia que tiene la participación activa y la situación de igualdad de la mujer en la consecución de la paz y del progreso social.
Además, en esta fecha se hace un recuento de los logros obtenidos en la mejora de la situación de las mujeres en el mundo.
En las últimas décadas se han realizado grandes avances en torno a la posición de la mujer. El acceso a la educación, la cobertura sanitaria; se ha incrementado su participación en el mundo laboral, y muchos países han aprobado leyes y reglamentos para garantizar la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Asimismo, las mujeres ocupan un mayor número de puestos dirigentes en la política o en la economía.
Sin embargo, el estado de la mujer en el mundo dista de una completa igualdad de derechos y oportunidades con el hombre.
La mayoría de los 1.300 millones de personas que viven en extrema pobreza en el mundo son mujeres.
En el ámbito salarial, la mujer cobra, como media, entre un 30 y un 40% menos que el salario de un hombre (un 15% de media en la Unión Europea). Además, en todas partes, la mujer continúa siendo víctima de la violencia; la violación y la violencia machista en el hogar siguen figurando entre las principales causas mundiales de discapacidad y mortandad de las mujeres en edad fértil.


Establecimiento del Día Internacional de la Mujer.
La idea para establecer este día se cimentó en las protestas por las malas condiciones laborales de las mujeres y niños de los países industrializados en la segunda mitad del siglo XIX.
De este modo, el 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil de Nueva York (Estados Unidos), organizaron una manifestación. Protestaban contra los salarios bajos y las inhumanas condiciones laborales. La policía atacó a los manifestantes y los disolvió.
En 1859, también en marzo, las trabajadoras del textil crearon su primer sindicato para protegerse y tratar de conseguir algunos derechos laborales.
Años más tarde, en 1910 se celebró una conferencia internacional entre organizaciones socialistas del mundo en Copenhague (Dinamarca). En dicha conferencia, se propuso la creación de un Día de la Mujer de carácter internacional. La propuesta inicial partió de Clara Zetkin, socialista alemana, para recordar la huelga de las trabajadoras textiles de 1857. La propuesta se aprobó por unanimidad por la conferencia, compuesta por más de 100 mujeres de distintos países. El Día se estableció para conmemorar el movimiento por los derechos de la mujer. En ese momento no se fijó ningún día concreto para su celebración.
La declaración de la conferencia tuvo una gran repercusión al año siguiente. Así, el 19 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Miles de hombres y mujeres se manifestaron por las calles para reclamar el derecho al voto femenino (hasta entonces sólo Nueva Zelanda, Australia y Finlandia reconocían ese derecho), la ocupación de cargos públicos y el final de la discriminación laboral.

Manifestación por el voto femenino en Nueva York (EE.UU) en 1912

Por otra parte, dentro del movimiento pacifista que se estaba originando antes de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas celebraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer, el último domingo del mes de febrero de 1913. En el resto de Europa, alrededor del 8 de marzo, las mujeres se manifestaron para protestar contra la guerra o para apoyarse entre ellas.
De este modo, comprobamos que el 8 de marzo fue un día reivindicativo para la mujer en aras a mejorar su situación laboral y a lograr derechos políticos entre otros aspectos.

El incendio de la compañía “Triangle Shirtwaist”

Por otro lado, dentro de los ejemplos de las malas condiciones laborales de las trabajadoras se hallaría el caso de la fábrica textil “Triangle Shirtwaist” de Nueva York (EE.UU). Esas lamentables condiciones condujeron a la tragedia cuando se desató un incendio en dicha fábrica en 1911.
La empresa “Triangle Shirtwaist” ocupaba los tres pisos superiores de un edificio de diez en el corazón del Distrito del Vestido de Manhattan. La empresa empleaba a más de 500 mujeres con edades comprendidas entre los 13 y los 23 años, la mayoría inmigrantes italianas o judías eslavas. Casi todas trabajaban en las máquinas de coser para producir ropa, pagándolas por pieza acabada. Para alentar a las costureras a permanecer en sus puestos y para disuadir el robo, la dirección de la empresa solía cerrar las puertas de salida. Las largas jornadas (9-10 horas), el trabajo monótono, los bajos salarios (2,5 dólares por semana)… convertían a la empresa en un paradigma de la explotación.
El 25 de marzo de 1911, un pequeño incendio comenzó en la sala de despiece del octavo piso. Eran las cuatro y media de la tarde. En cuestión de minutos, las llamas, alimentadas por la tela, se extendieron a los pisos superiores. El pánico se desató con las llamas y el humo. Las mujeres se lanzaron desesperadamente hacia las salidas, comprobando que se encontraban cerradas. Golpearon con rabia las puertas aunque sin éxito. La escalera de incendios en la parte trasera del edificio se derrumbó, matando a muchas y cortando esa vía de escape. Algunas intentaron deslizarse por los cables del ascensor, perdiendo el control y cayendo al vacío. Otras mujeres, con sus ropas ardiendo, saltaron en grupos desde la parte superior del edificio o desde las ventanas abiertas.
Bessie Gabrilowich corría frenéticamente primero a la puerta principal cerrada y, afortunadamente, encontró una salida abierta a una escalera. A tientas a través del humo dio con una salida hacia la calle. Una vez allí, pudo ver a muchas de sus compañeras saltando desde las ventanas. Entre ellas estaba una amiga, Dora Wolfovitch, de 15 años. Años más tarde, Bessie recordó: “Todo el mundo corría para salir. Recuerdo la bonita cara de mi amiga Dora antes de saltar”. Dora no sobrevivió.


Cuerpos de trabajadoras sobre la calle.

Los bomberos llegaron rápidamente, pero encontraron su camino al edificio obstaculizado por los cuerpos tirados en la calle. Sus escaleras sólo alcanzaban el sexto piso y sus lonas de seguridad se rompieron cuando trataban de recoger a grupos de mujeres saltando desde el edificio.



En menos de 30 minutos, el fuego se había extinguido. A su paso dejó 147 fallecidas. La tragedia, y las malas condiciones de trabajo, enardecieron a la opinión pública que provocó la reforma de las condiciones laborales para las mujeres y los niños. También impulsaron el movimiento sindical, creándose la Internacional de Trabajadores del Vestido. Esta organización junto con la Liga Sindical de Mujeres convocaron muchas protestas contra esta tragedia que pudo ser evitada, entre las que destacó el desfile funerario silencioso de unas 100.000 personas. Las terribles condiciones laborales que provocaron este desastre fueron recordadas en posteriores celebraciones del Día Internacional de la Mujer.
Por otra parte, los propietarios de la empresa fueron juzgados por homicidio, pero fueron absueltos. Tres años después del incendio, un tribunal ordenó a los propietarios a pagar 75 dólares por cada una de las veintitrés familias que habían demandado por la pérdida de sus familiares.


Para la realización de esta entrada se consultó: www.un.org. “El incendio de la Triangle Shirtwaist Company” de León Stein (1962) y el obituario de Bessie Gabrilowich de Los Angeles Times (1999).

domingo, 6 de diciembre de 2009

La expedición Malaspina en el Pacífico septentrional americano






Corbetas "Descubierta" y "Atrevida"

El 30 de julio de 1789 dos corbetas de la Real Armada española, la “Descubierta”, al mando de Alejandro Malaspina, y la “Atrevida”, comandada por José Bustamante, se hicieron a la vela desde Cádiz.
El objetivo de la expedición era un mejor conocimiento de América para navegar con seguridad por sus aguas y para gobernar América con equidad y utilidad. Como diría Malaspina: “Sin conocer América, ¿cómo es posible gobernarla?” Para tal fin, distintos especialistas figuraban a bordo de las dos corbetas, que disponían de laboratorio para la práctica de las ciencias naturales, de observatorio astronómico portátil, de un aula de dibujo, un gabinete de cartografía y un taller de taxidermia.
Tras la exploración de las costas suramericanas del Atlántico y del Pacífico, en abril de 1791 Malaspina se encuentra en la ciudad de México. Allí recibe órdenes de explorar las costas septentrionales del Pacífico americano hasta una latitud aproximada de unos 60º y verificar la realidad del descubrimiento del paso llamado de Ferrer Maldonado, estrecho que debería unir por el norte los océanos Pacífico y Atlántico.
Malaspina desconfiaba totalmente de Ferrer Maldonado y de su sospechoso “Memorial”, al haberlo leído detenidamente. El marino de origen italiano señalaba los muchos errores y contradicciones en los que incurrió el navegante del siglo XVI. A pesar de sus objeciones, Malaspina parte el 1 de mayo hacia el norte y, en caso de no encontrar el famoso paso, podrían realizarse nuevas cartas, comprobar el estado de la guarnición de Nootka(o Nutka) e intentar encontrar puertos de intermedio para las naves de Filipinas que regresen a España.
El interés por buscar un paso septentrional que uniera los océanos Atlántico y Pacífico era patente, por parte de Inglaterra y de los Países Bajos en el siglo XVII, a fin de desarrollar nuevas rutas comerciales que escaparan al dominio y control hispano. Asimismo, tanto franceses como británicos pretendían asentarse en las tierras más occidentales de Norteamérica para explotar los ricos yacimientos de minerales y el negocio de las pieles, como también hicieron los rusos al ocupar Alaska hasta 1867.
Además, Malaspina era consciente de que el conflicto surgido entre españoles y británicos por el minúsculo poblado español de Nootka, en la actual isla canadiense de Vancouver (antes llamada Quadra y Vancouver por los nombres de los navegantes español e inglés respectivamente que negociaron el futuro del territorio) era un movimiento más en la lucha geoestratégica.
A finales de junio de 1791, Malaspina fondea en el puerto de Mulgrave, situado a 60º latitud norte en el actual golfo de Alaska. Allí, realizan intercambios comerciales con los avispados indígenas dirigidos por el cacique Ankau. Estos vestían con pieles de lobo marino y otros con uniformes viejos de soldados y marinos (procedían de una expedición inglesa de 1785).
El 2 de julio, las corbetas inician la exploración del abra que aparecía ante ellas y que podría tratarse del famoso paso del noroeste nunca hallado. Sin embargo, enseguida Malaspina se da cuenta de la inutilidad de la empresa, debido la escasa fuerza de la marea. Además, el abra era muy corta, pues al otro lado se veía un perpetuo hielo, lo que no podría ser si las aguas, en otra época del año, tuviesen una rapidez proporcionada o hubiera comunicación con otro mar. Los testimonios de otro cacique sobre la inexistencia de un posible paso corroboraban sus impresiones.
Finalmente, antes de abandonar aquellos lugares, los exploradores les ponen nombres: el puerto explorado se llamará Desengaño, el abra externa Ferrer Maldonado y la isla interna situada frente a la bahía toma el nombre del naturalista Tadeo Haenke, que los acompañaba.
El 6 de julio de 1791, las corbetas partieron hacia Nootka, el establecimiento español más septentrional de Norteamérica (49º 30’ latitud norte) y que había pasado momentos muy difíciles con el enfrentamiento entre las Coronas española y británica por su soberanía. Atrás quedó la bahía Desengaño, hoy conocida por Disenchantment Bay.

Fuerte de San Miguel en Nootka

El 12 de agosto, las corbetas llegaron al puerto de Nootka. Poco antes, se acercaron varios indígenas con ánimo de intercambiar. Estos vestían con pieles y cubrían sus cabezas con unos sombreros cónicos. Tal como refleja Malaspina en su Diario, tras hablar con los indígenas: “... no les extraña la bandera, el idioma y nuestras costumbres, ni ignoraban los nombres de los comandantes Martínez y Eliza”.
Alejandro no puede evitar emocionarse al ver “tremolar la bandera nacional en un altito”. Asimismo afirmó: “No ignorábamos de antemano la existencia de un establecimiento nuestro en estas costas; no ignorábamos cuántos caudales se habían derramado y cuánta sangre pudo haberse esparcido para sostener su legítima posesión”.
En ausencia del comandante de la base, Eliza, la guarnición española estaba al mando de Pedro Alberni, capitán de la Compañía de Voluntarios de Cataluña (tocados con su habitual barretina).
Allí comenzaron obras de reparación y tareas de abastecimiento. Los hombres de Malaspina fabricaron una cerveza obtenida de la hoja de pino para beneficio de los del Establecimiento. Además, puso a disposición de la guarnición las fraguas y los herreros de las corbetas para reparar las armas y los utensilios de labranza que estaban en muy mal estado. Los expedicionarios también entregaron a la tropa catalana medicinas, ropas, alimentos y vino en grandes cantidades.
Por otra parte, paulatinamente los indígenas comenzaron a acercarse a los españoles. El cacique Macuina les visita aunque se mostraba desconfiado. Éste tenía interés en vender una niña india a los tripulantes. Más tarde, Malaspina se enteró de que los españoles solían adquirirlas a los indios a cambio de “dos fusiles o con una o dos planchas de cobre”. Según investigaciones de Malaspina, los niños se trasladaban a San Blas ( en la costa mejicana) para ser mantenidos por individuos casados de buena familia.
El 27 de agosto, el cacique Macuina fue agasajado en la Descubierta ya que Malaspina, próximo a zarpar, deseaba sentar las bases de un futuro entendimiento entre las tribus de la zona y los españoles de Nootka. Los obsequios fueron: “dos velas para canoa, cuatro cristales de ventana, una plancha de cobre, algunas varas de paño azul y unas pocas piezas de quincallería.” A cambio, Macuina ratificó la cesión del terreno donde se asentaba la base española, acción que ya había realizado antes con los españoles y no con los ingleses.
Finalmente, Malaspina puso rumbo al sur hacia Acapulco, para posteriormente cruzar el Pacífico y llegar a las Filipinas.


Para la realización de esta entrada se utilizó las notas sobre el “Diario de Viaje” de Alejandro Malaspina y la obra “La aventura de Malaspina” de Emilio Soler.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Los primeros pasos de Teresa de Calcuta



La Madre Teresa, nacida Agnes Gonxha Bojaxhiu en Skopje, entonces Albania y, actualmente, capital de Macedonia, nació el 26 de agosto de 1910 y era la pequeña de tres hermanos. Nikola, su padre, era contratista de obras y Drane,su madre, estricta y cariñosa, tenía una profunda fe. Después de la prematura muerte de su padre, la madre de Agnes puso un negocio de venta de telas y brocados. En la adolescencia, Agnes formó parte de un grupo juvenil de su parroquia, “La Hermandad”, y a través de las actividades que allí se realizaban bajo la tutela de un sacerdote jesuita, Agnes se interesó por el mundo de las misiones.
La primera llamada de su vocación misionera (“salir a la calle y ofrecer a la gente la vida de Jesucristo”) se produjo a los dieciocho años y entró en una congregación irlandesa, las hermanas de Loreto, que tenía misiones, especialmente en la India. Primero marchó a Irlanda para aprender inglés y después pasó a ser maestra en la Escuela superior-convento Loreto de Santa María en Calcuta (6 de enero de 1929). Cuando hizo los votos como hermana (24 de mayo de 1931) eligió el nombre de Teresa en honor de santa Teresa de Lisieux.
En Calcuta, la Madre Teresa enseñó geografía y catequesis en el colegio de Saint Mary y aprendió el hindi y el bengalí. En 1944 fue promocionada al cargo de directora de la escuela. Por aquellas difíciles fechas, el racionamiento y la escasez hicieron mella en la Madre Teresa y cayó enferma de tuberculosis, siendo enviada a Darjeeling, junto al Himalaya para reponerse. El 10 de septiembre de 1946, en el transcurso del viaje en tren, tuvo su segunda revelación: debía dejarlo todo y seguir a Jesús hasta los barrios pobres para servirle dedicada a los más pobres de entre los pobres. De este modo, la Madre Teresa empezó a pequeña escala, cuidando de una persona enferma y agonizante que encontró desamparada y mordida por las ratas en las calles de Calcuta.
A la Madre Teresa le costó dos años obtener permiso para reorientar su servicio en las misiones, pasando de maestra a servidora, de vivir en una comunidad segura y confortable, a no poseer más que una fe impresionante y un proyecto excepcional.
En 1950 la Iglesia católica aprueba la Congregación de las hermanas Misioneras de la Caridad de Calcuta. Dicha congregación se puso al servicio de los pobres, no sólo para hacer cosas por ellos, sino sobre todo en estar con ellos en su sufrimiento, compartiéndolo con Cristo. La Madre Teresa definió su papel a la hora de abarcar el mundo en su tarea diaria diciendo: “Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios”.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La defensa de Cartagena de Indias contra el ataque inglés de Vernon en 1741



Hacia el 13 de marzo de 1741 apareció en el horizonte una gran armada al mando del almirante inglés Edward Vernon que provenía de Jamaica. Su objetivo era asaltar la ciudad de Cartagena de Indias, enclave comercial y nudo de comunicaciones del virreinato de Nueva Granada, ya que España e Inglaterra estaban en guerra (La guerra de la oreja de Jenkins). Dicha armada estaba compuesta por:
- 8 navíos de tres puentes.
- 12 fragatas y paquebotes.
- Algunos brulotes.
- 2 bombardas.
- 130 embarcaciones de transporte.
- 9000 hombres de desembarco.
- 2000 negros de machete.
Por otra parte, para la defensa de la plaza, nos encontramos con las siguientes fuerzas españolas:
- 1100 hombres de los Batallones de España, de Aragón y de la Plaza.
- Piquetes sueltos.
- 300 milicianos.
- 2 compañías de negros y mulatos.
- 600 indios del Monte.
- 6 navíos de Guerra con 400 soldados y 600 marineros.
Los Castillos y las Baterías se hallaban a la orden del Teniente General de Marina D. Blas de Lezo, natural de Pasajes (Guipúzcoa).

El ataque inglés comenzó el 14 de marzo con el bombardeo sobre el Castillo de Bocachica para conseguir su rendición o para abrir una brecha que permitiera la penetración de los atacantes. Esto último se logró el 4 de abril, y los ingleses enviaron tres columnas para penetrar por la brecha. Viéndolo, el Gobernador procedió a la evacuación del Castillo, retirando sus fuerzas hacia la Plaza.

Pocos días más tarde, el 12 de abril, los ingleses despejaron la entrada del puerto.Un navío de tres puentes retiró al navío español “Conquistador” de dicha entrada. De este modo, los navíos ingleses se aproximaron e iniciaron el bombardeo de la Ciudad.
El 19 de abril, hubo un intento inglés de tomar el Castillo de San Felipe, pero el gran fuego de las baterías del Castillo y los disparos de fusil frenaron la tentativa. A continuación, la tropa española salió de sus defensas y cargó a la bayoneta con tal ímpetu que los ingleses se retiraron desordenadamente, abandonando gran cantidad de material de asalto.
Ante este hecho, el almirante inglés constató la fuerte resistencia y ordenó el cese del bombardeo por mar el día 27 y, al día siguiente, acabó el bombardeo por tierra, procediéndose al canje de prisioneros.
El 8 de mayo, 20 barcos y 14 navíos ingleses partieron de vuelta a Jamaica y 6 de ellos fueron incendiados en alta mar debido a su mal estado.

Balance de bajas:
- 17 navíos ingleses con serios desperfectos y averías.
- 3000 ingleses muertos, muchos de ellos a causa del escorbuto.
- 200 españoles muertos.
El lector podrá sacar sus conclusiones acerca de estos hechos de armas, en los que quedan patentes los aciertos de la defensa española, tras mes y medio de asedio, con unas fuerzas muy inferiores a las inglesas. De este modo, se pretende mostrar uno de los fracasos de la Armada británica que rompe la pretendida imagen de superioridad naval durante el siglo XVIII.
Esta relación del asalto inglés a Cartagena de Indias se tomó del relato del virrey de Santa Fe D. Sebastián de Eslava de 21 de mayo de 1741: “Diario de todo lo ocurrido en la expugnación de los fuertes de Bocachica, y sitio de la ciudad de Cartagena de Indias”.

El muro de Berlín





El 17 de agosto de 1962,aproximadamente un año después de la construcción del muro, Peter Fechter de 18 años de edad y obrero de la construcción, intentó escapar de la República Democrática Alemana (RDA) junto con su amigo Helmut Kulbeik. El plan consistía en esconderse en un taller de carpintería cerca del muro, para observar el movimiento de los guardias desde allí y poder saltar desde una ventana en el momento adecuado hasta el llamado corredor de la muerte (una franja de tierra entre el muro principal y un muro paralelo que recientemente se había empezado a construir) y correr por el mismo hasta una pared cercana a Checkpoint Charlie, en el distrito de Kreuzberg en Berlín occidental.

Sin embargo, cuando intentó escalar el muro, los guardias dispararon. Aunque Kulbeik logró atravesar el muro, Fechter fue alcanzado en la pelvis, a la vista de cientos de testigos. Él cayó de nuevo hacia el corredor de la muerte del lado este, donde quedó a la vista de la gente situada en el lado occidental, entre la cual se incluían periodistas. A pesar de sus gritos, no recibió ayuda médica de ninguna parte y se desangró hasta morir aproximadamente una hora más tarde. Se formó una manifestación espontánea en el lado oeste que gritaba asesinos a los guardias de frontera.

Se ha atribuido la ausencia de ayuda a Peter Fechter al miedo mutuo. Desde Alemania Occidental no se permitió a los transeúntes ayudarlo, inclusive con amenaza de armas. Igualmente, el jefe del pelotón de frontera de la RDA afirmó haber tenido miedo de intervenir, dado que se presumía que tres días antes, en otro incidente, un soldado de la RDA había muerto por un disparo de un soldado occidental.

Finalmente, pasada una hora del disparo, el cuerpo de Peter Fechter fue retirado del lado oriental por los guardias germano-orientales, los "vopos", tal y como recoge la fotografía de arriba.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Las reducciones jesuíticas


En el momento de la fundación de las misiones jesuíticas, la palabra «reducción» se utilizó, no con el sentido peyorativo de disminuir o quitar, sino con el positivo de reunir o congregar. Los jesuitas pretendieron reunir en las misiones a los indios de la zona con el propósito de proceder a su progresiva cristianización, haciéndoles abandonar hábitos y costumbres paganas y antisociales como el nomadismo, la desnudez, la poligamia, los sacrificios humanos o la antropofagia. Además, fueron el eje de su desarrollo económico, político y social.